Hola a todas las hermosuras que están leyendo esto y tienen la oportunidad de conocer y aprender de nuestras historias y experiencias 😉. Mi nombre es Karen Romero, tengo 17 años y estoy más que complacida de poder compartir algo tan personal que aunque en su momento era un tema delicado para mi, ahora puedo usarlo para inspirar a otras personas.
Todo empezó cuando yo apenas iba a cumplir 2 años, a pesar de que es un caso poco usual a esa edad, me operaron de apendicitis y como ningún doctor pensó que eso fuera posible, tardaron en dar el diagnóstico, todo se complicó aún más y terminó siendo peritonitis. Todo pasó tan rápido y de emergencia, pero los doctores hicieron lo que estuvo en sus manos y luego de 2 cirugías pude empezar a recuperarme. Mi familia me cuenta que casi me someten a una tercera operación, que todos sabían que no iba a resistir, así que el hecho de que estoy viva es un milagro...
Tomando en cuenta esto, debo decir que lidié con esa inseguridad toda mi vida porque ese proceso tuvo efectos colaterales que, hasta el día de hoy me afectan, tales como cicatrices (incluyendo una enorme que siempre me acomplejó) y una condición en la piel. Desde pequeña tuve que cuidarme y dejar de disfrutar muchas cosas debido a esto; no ha sido nada fácil pasar por algo así, ya que pasé gran parte de mi infancia y adolescencia ocultando todos estos defectos en mi piel, que como mujer, es algo sumamente difícil, sobretodo cuando vives en una sociedad con tantos estereotipos y donde sientes que todos te juzgan por no ser "perfecta" o por ser diferente.
El caso es que luego de tantos años sufriendo por la misma situación, de pasar por tantas cosas, he aprendido a valorar más mi vida y a mi misma. Saben por qué? Porque la vida me ha enseñado que tendemos a sobrevalorar y hasta vivir en torno a cosas que en realidad no son las más importantes, que nos hemos vuelto superficiales dejando de lado el valor real del ser humano. A veces pasamos toda una vida enfocándonos en la idea equivocada de que para ser aceptada debes encajar con el patrón que nos quiere imponer la sociedad, o según lo que esté de moda y eso está MAL, porque ignoramos lo que en realidad importa, que es aprender a encontrar y preservar nuestra belleza natural, esa que se encuentra dentro y fuera de nosotras, aprender lo hermoso de aceptarnos tal como somos y caminar con confianza porque somos únicas y especiales!
Así como yo, sé que hay muchas personas que luchan cada día con esta clase de defectos pero quiero decirte algo: No es casualidad que estés leyendo esto, mi mensaje para ti es que todos nacimos con un propósito, y ya eres especial sólo por el hecho de ser escogido por Dios para venir al mundo...
Te invito a que te aceptes tal y como eres, y te prometo que desde ese momento tu vida cambiará para mejor, surgirás en lo que te propongas; nunca dejes que tus inseguridades te detengan, porque lo que en realidad importa es la belleza de tu corazón 🤗. Espero que mi historia te ayude de ejemplo y te inspire a cambiar tu perspectiva.
Con amor, Karen Romero💗
Hola, hola! Por aquí Marinela Diaz, mujer profesional, divorciada, madre de dos bellas mujeres, abuela de corazón de un par de morochos encantadores. Particularmente consideró que la belleza es un poco de todo, claro con eso de que sólo son bellas las mises, pues les cuento que hoy en día las mujeres hemos alcanzado más que eso, podemos hacer cualquier cantidad de cosas de manera simultánea, cocinamos, atendemos el hogar, vamos a reuniones escolares, hacemos las compras entre tantas y tantas obligaciones jamás se nos quema el arroz y todavía nos queda tiempo para querernos, y dedicarnos tiempo para esa belleza que les venía comentando. Más allá de ser rellenita, pequeña y contar con unas cuantas cicatrices en mi haber personal, imaginense ambos tobillos operados por fracturas, una pequeña cicatriz en mi párpado izquierdo y para completar una serie de laceraciones y marcas como resultado de psoriasis. Las cicatrices se pueden tapar con corrector, con un vestido o pantalón largo... Hey pero la psoriasis NO, a menos que te forres total y absolutamente en mangas largas, les confieso que cuando fui diagnosticada sentí que el mundo se me venía abajo aunado que simultáneamente estaba en proceso de divorcio, así que se podrán imaginar. La dermatólogo que me atendió también fue mi psicólogo,si suena raro pero me orientó de manera muy acertada el tratamiento fue el más indicado y con su ayuda,la de mis papás, mi hermanita y mi fe inquebrantable por DIOS fueron la mejor medicina a mis manchas corporales, y que aún tengo, no crean que se me ha quitado sólo que aprendí a vivir con ello, y sin pena aprendí a decirle a la gente lo que tenía, porque en un inicio de mi condición me daba muchísima pena. Al fin y cabo entendí que hay cosas más importantes que eso, mi calidad de vida se vio muy favorecida,luego de aceptar esa enfermedad de la piel. Hoy en día me pongo bermudas, short, franelilla y traje de baño sin temor a sentir pena ni vergüenza, siento que Dios fue, es y será mi mayor fortaleza y me colocó una carga que fácilmente puedo llevar. Mi temperamento también me ayudó, para los que me conocen saben que me gusta disfrutar de las cosas buenas de la vida, me río a carcajadas, me gusta cantar y bailar, inventar recetas en fin cualquier cosa positiva que me haga sentir bien y a los demás. Así que para cualquiera que pueda leer esto, le sirva de algo, en este mundo estamos de paso, disfruta cada día de tu vida sin afán y confiando siempre pero siempre en DIOS. ;-)
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