Hola, hola! Por aquí Marinela Diaz, mujer profesional, divorciada, madre de dos bellas mujeres, abuela de corazón de un par de morochos encantadores.
Particularmente considero que la belleza es un poco de todo, claro, con eso de que sólo son bellas las mises...pues les cuento que hoy en día las mujeres hemos alcanzado más que eso, podemos hacer cualquier cantidad de cosas de manera simultánea, cocinamos, atendemos el hogar, vamos a reuniones escolares, hacemos las compras entre tantas y tantas obligaciones, jamás se nos quema el arroz, y todavía nos queda tiempo para querernos, y dedicarnos tiempo para esa belleza que les venía comentando.
Más allá de ser rellenita, pequeña y contar con unas cuantas cicatrices en mi haber personal, imagínense ambos tobillos operados por fracturas, una pequeña cicatriz en mi párpado izquierdo y para completar una serie de laceraciones y marcas como resultado de psoriasis. Las cicatrices se pueden tapar con corrector, con un vestido o pantalón largo... Hey pero la psoriasis NO, a menos que te forres total y absolutamente en mangas largas, les confieso que cuando fui diagnosticada sentí que el mundo se me venía abajo aunado que simultáneamente estaba en proceso de divorcio, así que se podrán imaginar.
La dermatólogo que me atendió también fue mi psicólogo, si, suena raro, pero me orientó de manera muy acertada el tratamiento, fue el más indicado y con su ayuda, la de mis papás, mi hermanita y mi fe inquebrantable por DIOS fueron la mejor medicina a mis manchas corporales, y que aún tengo; no crean que se me ha quitado, sólo que aprendí a vivir con ello, y sin pena aprendí a decirle a la gente lo que tenía, porque en un inicio de mi condición me daba muchísima pena. Al fin y cabo entendí que hay cosas más importantes que eso, mi calidad de vida se vio muy favorecida, luego de aceptar esa enfermedad de la piel.
En este mundo estamos de paso, disfruta cada día de tu vida sin afán, y confiando siempre pero siempre, en DIOS. ;-)
Con amor, Marinela Diaz💗
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